Si vivir en el presente es desgaste, nadie ha dicho crimen cuando del recuerdo se trata.
Ni aunque fuese obseno, absurdo o idiota.
Todo justifica tener las llaves de ese baúl que solamente yo veo, forrado de nostalgia y de inocencia, se encuentra en sus astillas polvorientas el eco de mi infancia robada, mis sueños frustrados, mis abundantes mórbidas mentiras y mis recorridos.
Testigos todos de que existo y soy alguien más que observa, que quisiera hablar, pero que no tiene voz.
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