jueves, 15 de septiembre de 2011

Catatónica

Ninguna noche se parece a ésta, se mece la ternura y el terror en la misma cuna y yo los guardo inquieta de el cielo húmedo tadavía, no hay paz en mi rostro y contemplo la incompetencia de muchedumbres transitar...


Se derrite de a poco mi vela, con ella se apaga la esperanza de que tomes mis manos y me lleves a ese lugar lleno de ti, de estar inundada con tu voz, escuchando el eco de tus pasos, viendo tus ilusiones flotar a mi lado ...


¿Cómo te grito lo que siento por ti? Si mi voz se seca de solo pensarte...


Amarrada en esta silla viviendo de fantasías, sólo tú me faltas... mi memoria tiene tu nombre...


Eleonore

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